domingo, 12 de abril de 2015

Rosquillas fritas


Rosquillas fritas

  Cuando mi madre se ponía  a freír rosquillas,teníamos rosquillas para un mes. No nos importaba que se pusieran tiesitas, seguían estando ricas!
Ella no las iba dejando en platos, no hubiéramos tenido suficientes, las dejaba en los barreños de lavar la ropa. Forrados, eso sí, con su papel de aluminio. Que recuerdos!
Lástima que no he encontrado su receta por ningún sitio. 
Hace unos días David de Jorge, el cocinero de Robin Food, el programa de tele 5, hizo unas que se parecían mucho. Tomé nota y aquí las traigo.
Puede que no sean exactas a las de mi madre, hay mucha variedad en este tipo de rosquillas, pero me las recuerda y ricas, están muy ricas!


Ingredientes

(Yo he hecho, aproximadamente, la mitad de la tasa) 
  • 3 huevos
  • 130 gr de azúcar
  • 20 gr de levadura (para cada 500 gr de harina es un sobre de 16 gr, yo le he añadido un poco más de harina,  por tanto, un poco más, en proporción, de levadura)
  • la ralladura de un limón y de una naranja
  • un buen puñado de anís en grano
  • una tacita de café de aceite de girasol ( 46 gr)
  • otra tacita de anís ( 55 gr)
  • otra tacita de zumo ( el de medio limón y el resto de naranja) (60 gr)
  • la harina que admita ( en mi caso 530 gr)
  • una pizca de sal
(Entre paréntesis te he puesto lo que pesaba el contenido de mis tacitas por si te es más fácil, aunque puede que varíe según la consistencia del aceite, del anís...)

Además:
  • harina para la encimera y las manos
  • aceite para freír ( yo las he frito con girasol, como David, también se pueden freír con oliva)
  • azúcar para rebozar


Elaboración

  1. Separamos las claras de las yemas y batimos ligeramente las claras hasta que espumen un poco. añadimos las yemas y batimos. 

 

  2. Vamos incorporando el resto de ingredientes y seguimos batiendo para que se integren.

 

 

 


  3. Hemos añadido una pizca de sal,  la levadura, el azúcar, anís en grano, ralladuras, aceite, anís y zumo. Mezclamos todo muy bien y vamos añadiendo la harina tamizada. Iremos añadiendo y mezclando hasta que nos quede una masa ni blanda ni dura, pegajosa. Lista para formar bolas con ayuda de más harina. Es decir que si tuviéramos que trabajarla sin enharinarnos las manos se nos pegaría pero con la ayuda de la harina la podremos trabajar muy bien.

 

 

  4. Enharinamos la superficie de trabajo y nuestras manos y vamos formando montoncitos ( yo los he hecho de 40 gr cada uno). Si vamos a hacer rosquillas dobles procuraremos que la superficie de cada montón no tenga harina para que se puedan pegar de dos en dos.

 

 

 

  5. Así las iremos echando al aceite que ha de ser abundante y bien caliente ( yo prefiero usar una sartén honda pero pequeña para hacer no muchas rosquillas a la vez, de este modo ahorraremos aceite).
 Las dejamos sin tocar que emerjan y solo entonces les introducimos un palito en el centro para que no se nos cierre el agujerito.
 

Sacamos escurrimos de aceite y rebozamos con azúcar cuando aún están calientes para que se les pegue mejor.



El resultado han sido unas rosquillas monstruosas, para hacerlas dobles habrá que hacer los montoncitos más pequeños. (Supongo que el hecho de haberle puesto harina de fuerza influye en que se hayan hecho tan grandes)

 Así que voy a seguir haciendo mis rosquillas sencillas:

 









                                               Dobles o sencillas.....  
                                                                                  Que ricas están!!!!!!



4 comentarios:

  1. Una pinta deliciosa, yo tampoco tengo la receta de mi madre, y no la encuentro por ninguna parte, me gustaría tanto recuperarla. Te han quedado de lujo.
    Besotes y feliz domingo

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    1. Igual nuestras madres los hacían a ojo o se sabían la receta de memoria de tanto hacerlos!

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  2. Me apunto la receta Lola, se ven deliciosas.
    Bss-

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  3. Muy ricas.Es curioso, por aquí por Cádiz el anís en grano o matalauva lo calentamos con el aceite y luego colamos para encontrar la especie al comerlos. Así el aceite coje todo su aroma a anís.

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