sábado, 23 de abril de 2016

"Duelos y quebrantos"



"Duelos y quebrantos"


  Hoy, 23 de Abril de 2016, se conmemoran los 400 años de la muerte de Cervantes. 

Me he querido sumar a los numerosos homenajes que se llevan celebrando, desde que comenzó el año, con un humilde gesto: cocinando uno de los platos que más controversia han traído desde que lo mencionara Cervantes como parte de la alimentación del más ilustre protagonista de toda su obra, Don Quijote de la Mancha.


"Duelos y quebrantos" era el menú que el caballero tomaba los sábados. Así aparece reflejado nada más comenzar la obra:


Pero a qué se refería Cervantes con este nombre????:


Son muchos los que han querido saberlo y pocos los que tenían la respuesta definitiva. 


Al final, se entiende este plato como un revuelto típico de la gastronomía manchega, en el que no pueden faltar los huevos y los torreznos (tiras de tocino con algo de magra fritos, salteados o tostados hasta que cogen buen colorcito y textura crujiente). 
En la mayoría de casos también se le añade chorizo.
El jamón también se reconoce dentro de uno de los ingredientes principales en muchos casos.
Hace unos años, cuando se utilizaba más la casquería en las cocinas caseras, era costumbre añadirle unos sesos de cordero, ingrediente que sólo aparece en la actualidad en casos muy esporádicos.



Ingredientes ( para 2)



  • 2 cortadas de panceta
  • 1 chorizo
  • una loncha gordita de jamón
  • 4 huevos
  • un chorrito de aceite de oliva
  • una pizca de sal


Elaboración


  1. Cortamos todos los ingredientes a daditos, quitamos la corteza del tocino. Ponemos un chorrito de aceite en una sartén.

 

  2. Añadimos los daditos de panceta y cocinamos hasta que coja bastante color.

 

  3. Añadimos los daditos de chorizo y rehogamos un par de minutos. En este momento retiramos el exceso de grasa y añadimos el jamón.

 

 

  4. El jamón no es necesario que se rehogue, con el calor de la sartén es suficiente. Añadimos enseguida los huevos y una pizca de sal. Dejamos que se cuaje la clara, rompemos las yemas y revolvemos hasta que nos guste la textura del cuajado, mejor no mucho para que quede más suave.


 


Servimos enseguida en cazuelita de barro, acompañado de un buen pan y un poquito de vino.









1 comentario:

  1. Buen homenaje! Esto perdura en el tiempo y es que estos platos son ricos siempre BSS!

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