Sopa de cebolla

Terminando Febrero, me había preparado para el gran temporal que se avecinaba con esta tradicional sopa de cebolla. Al final, ha salido un día espléndido pero igualmente, nos ha venido muy bien una sopita.

Si bien pudo ser Francia el lugar de origen e indiscutiblemente desde dónde se popularizó la sopa de cebolla, parece que ya en la Edad Medía se servía esta sopa en muchos lugares de Europa cómo remedio a la hambruna por sus ingredientes sencillos cómo plato humilde.

De la época medieval se conserva la costumbre de verterla sobre una rebanada de pan. Fueron también los franceses, los que, posteriormente, elevaron la categoría de la sopa al incorporar el queso al pan para después gratinarla.

Ingredientes ( para 3 raciones)

3 cebollas grandecitas ( si son muy grandes puede que sea suficiente con 2 y 1/2)
2 cucharadas de aceite de oliva
1 nuez de mantequilla ( los franceses utilizan más mantequilla que aceite)
1 cucharada y 1/2 de harina
10 gr de brandy ( puede ser vino blanco, jerez...)
1 litro de caldo ( puede ser de verduras, de ave, de carne...)
6 -7 rebanadas finas de pan de baguette
1 ajo
40 de queso emmental o gruyer
sal
pimienta

Elaboración

1. Ponemos el aceite y la mantequilla en una sartén. Añadimos la cebolla cortada muy fina, un poco de sal para que la cebolla sude y pimienta. Dejamos pochar a fuego moderado para que no tome color unos 15-20 minutos. Podemos taparla para ayudar a que poche pero hay que ir dándole vueltas sin descuidarse.

2. Espolvoreamos con la harina. Rehogamos un par de minutos para que no sepa a crudo. Vertemos el brandy y dejamos que se evapore.

3. Vertemos el caldo y dejamos cocer, a fuego muy suave para que la harina no se pegue al suelo, pero sin dejar de hervir, otros 15-20 minutos. Seguimos removiendo de vez en cuando.

4. Mientras, horneamos o tostamos un poquito el pan. Lo restregamos con el ajo.

5. Vertemos la sopa en un recipiente o en varios individuales que puedan ir al horno. Colocamos las rebanadas de pan por encima y espolvoreamos de abundante queso rallado. Gratinamos hasta que coja un bonito dorado ( unos 5 minutos).