Cocinando con Lola García: Arroz con leche de coco y plátano

Arroz con leche de coco y plátano

En casa nos encanta el arroz con leche. Por eso al ver esta receta de Los hermanos Torres no me he podido resistir.

No se parece mucho al arroz con leche tradicional y sigo prefiriendo el clásico, pero es una forma de probar otros postres. La verdad es que al principio parece raro pero conforme vas comiendo te va gustando más.

Ingredientes

100 gr de arroz "normal"
500 gr de bebida de arroz
400 gr de leche de coco
2 cucharadas soperas de miel
1 plátano ( yo le he puesto medio más porque eran un poco pequeños)
el zumo de un limón pequeño o medio si es más grande
1 cucharada sopera de licor de coco (opcional)

1-2 plátanos para la decoración
un puñado de arroz integral frito en aceite de girasol
una cucharada de azúcar moreno
canela molida

Elaboración

1. Mezclamos la leche de coco con la miel y la calentamos para que se disuelva.

2. Por otro lado, ponemos el arroz con la bebida de arroz en un recipiente al fuego y lo llevamos a ebullición ( si pusiéramos directamente el arroz con la leche de coco que es muy grasa, esta grasa no le permitiría abrir bien el grano).

3. Una vez de un primer hervor, le mezclamos la leche de coco con la miel. Dejamos hervir removiendo de vez en cuando hasta que se cueza el arroz ( unos 18 minutos). Apagamos el fuego.

4. Trituramos 1 ó 1 y 1/2 plátano con el zumo de limón y si nos apetece una cucharada de licor de coco. Lo añadimos al arroz, ya apagado, y mezclamos bien para que se "enmanteque" el arroz. Volcamos sobre los platos que vamos a servir y dejamos enfriar totalmente, mejor en la nevera para que esté fresquito.

A la hora de servir:

1. Ponemos aceite de girasol en un cacito. Calentamos y añadimos el arroz integral. En cuestión de segundos se abrirá y tostará ligeramente cómo si fuesen palomitas ( bueno, tanto no!!!!!). Vertemos sobre papel absorbente y espolvoreamos con canela ( esto le dará el crujiente al postre).

2. Cortamos unas rodajitas muy finas de plátano. Colocamos de fuera a dentro sobre el arroz. Espolvoreamos de azúcar moreno y quemamos con el soplete. Acabamos vertiendo un puñadito de arroz crujiente.