Roscos de leche condensada

Roscos de leche condensada

  En casa abrimos un bote de leche condensada para cualquier receta y después pasan semanas y semanas sin hacerle caso hasta que me canso de verla y la tiro!

Para que no me pase eso con la última que abrí, ya no recuerdo cuando, he buscado por la red alguna receta y me he topado con esta:
 Unos roscos de leche condensada y naranja del blog Recetas para mis hijos que había copiado del blog Aire de aguilas que a su vez había copiado del blog Los postres de Teresa que conocía estas pastitas de las pastelerías y había buscado algo similar por la red para al final hacer su propia receta!!!!!

Yo también le he dado mi toque personal, con esos granillos de anís que le dan un aire más rústico y muy aromático.

El resultado son unos ricos roscos, por su forma, esponjosos, que nos duran un par de días en perfecto estado y que luego empiezan a perder. No es ese tipo de rosco duro que te dura semanas. Pero su sabor es tan delicioso que no hará falta! Además la tasa da para unos 24 roscos pequeñitos. No es mucho!

Ingredientes

• 240 gr de harina de repostería
• medio sobre de levadura Royal, unos 7 gr
• 1 huevo ó 2 yemas
• 165 gr de leche condensada
• la ralladura de una naranja pequeña
• 2 cucharadas de zumo de naranja recién exprimido
• una cucharadita de anís en grano
• 50 gr de mantequilla

• una yema para pintar
• azúcar para espolvorear

Elaboración

  1. Mezclamos la levadura con la harina y tamizamos sobre la superficie de trabajo directamente. Formamos un volcán.

 

  2. Vamos introduciendo en el centro el huevo, la leche, la ralladura, el zumo, el anís. Y vamos mezclando con la harina de dentro afuera con la ayuda de un tenedor.

 

 

 

  3. Al final añadimos la mantequilla en pomada y seguimos mezclando. Si nos ayudamos de una espátula no se nos pegará en las manos.

 

  4. Formamos una bola, cubrimos con un film y dejamos reposar unos minutos, si hace calor en la nevera. Sacamos y cortamos porciones de unos 22 gr. Formamos un cilindro, entre las manos y le damos forma de rosco. Dejamos sobre un papel de hornear en la bandeja del horno.

 

 

  4. Pincelamos con huevo y espolvoreamos de azúcar.

 

  5. Llevamos al horno que tendremos precalentado a 180º, con aire o arriba y abajo, y dejamos hasta que se doren. En mi caso ha bastado con unos 15 minutos. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Y ya tenemos el desayuno o la merienda para unos días!!!!!!!! 

El resultado es esponjoso, seguro que muy apropiado para mojar en la leche, con un saborcito que no te deja comer uno solo!

Para conservarlos, guárdalos en una lata o bote hermético!