Cocinando con Lola García: Chirlas con majado de almendras

Chirlas con majado de almendras

Ayer fui al puesto de pescado que tienen mis amigos, Pili y Ximo, en el Mercado de Manises. Estuve una horita con ellos de "charreta" y es que desde antes de vacaciones no había ido por allí.

Tampoco tenían mucha faena, la crisis afecta mucho a las pescaderías de" frescos". Pili me iba despachando y a la vez íbamos contándonos la vida, cuando venía alguna clienta yo la dejaba que la despachara. Es un ambiente muy amigable, Pili y Ximo montaron esa pescadería hace más de 30 años y todo el mundo los conoce y los quiere. Todo el mundo que llega tiene algo que contar!

Una de las clientas llegó a por el pedido que había hecho antes de marcharse a la peluquería, venia toda maquillada y peinada, una señora mayor con un cutis precioso y una facciones guapas, muy arregladita, la miré y le sonreí y sin pensárselo dos veces se puso a hablar conmigo como si nos conociéramos de toda la vida. Le había encargado a Pili dos pescadillas para ella y tres bacaladitos para el marido, decía que como al marido le daba igual y ni siquiera distinguía uno de otro era tirar el dinero, jijijijiji. Como vió que me reí siguió contándome y me dijo que un día de estos se tenía que llevar unas chirlas para hacerlas como las hacía hace años, cuando ella con su anterior marido, del que había enviudado, vivían en Barcelona y se reunían con varias parejas en Montjuic, en casa del capitán, en un chalet (hacía manejos y expresiones que querían decir lo grande y lujoso que era), con aquellos perracos, con aquel balcón que daba al mar...."Y nos reuníamos allí cada cierto tiempo y cada uno llevábamos algo y a mí, me seguía contando, me gustaba llevar las chirlas y a la mujer del capitán le encantaban....."

Imagina mi cara, debía ser ya todo un poema, yo por el rabillo del ojo miraba a Pili y Ximo que se estaban partiendo de risa.

Acabó, como no, por contarme, dos o tres veces, como hacía las chirlas y esto fue lo mejor porque quedé convencida de que esas chirlas había que probarlas! Entonces me volví a Pili y le dije, Pili ponme también unas chirlas que las voy a hacer como esta señora me está contando, la señora me volvió a repetir la receta, por si yo era novata en esto de cocinar! Y después se volvió a Pili y le dijo: Ponle más que con esas se van a quedar cortos, Pili le hizo caso y completó el medio kilito.

Al final la señora se despidió diciéndome que la próxima vez que nos viéramos ya le contaría.......

Ingredientes

500 gr de chirlas
4 ajos
1 cebolla
500 Kg de tomate sin piel (yo he usado la conserva de mi suegra)
2 cucharadas bien colmadas de almendra en cubitos
3 cucharadas de jerez (puede ser vino blanco, brandy o whisky)
aceite de oliva virgen
sal
azúcar
perejil
una guindilla (opcional, yo no se la he puesto)

Elaboración

1. Ponemos las chirlas en agua con sal, al menos 10 minutos. A continuación enjuagamos sobre un escurridor bajo el chorro del grifo, frotando unas con otras.

2. Ponemos a calentar una sartén con un buen chorro de aceite y 2 de los ajos cortaditos muy pequeños.

Cuando chisporroteen les añadimos la cebolla también cortada muy pequeñita con un poco de sal, tapamos y dejamos pochar a fuego suave.

3. Cuando vaya tomando color le añadimos el tomate y un poquito de azúcar para quitarle la acidez. Lo mantendremos a fuego suave tapado pero con respiración hasta que se absorba toda el agua, mínimo 30 minutos.

4. Mientras haremos un majado con los otros dos ajos, el perejil y las almendras. Aligeramos con las cucharadas de vino. Y reservamos.

5. Añadimos las chirlas al sofrito, removemos y tapamos. En unos dos minutos, no más, se abrirán a fuego fuerte. (Si dejamos que hiervan se endurecerán).