Bolitas de patata con atún

Bolitas de patata con atún

  Lo bueno de estas bolitas es que no llevan bechamel como la mayoría de croquetas que solemos hacer. Lo malo, que una vez están hechas hay que comerlas, no se pueden guardar para "luego", porque pierden bastante, pero sí se pueden dejar rebozadas, guardadas en la nevera hasta la hora de comerlas y en un periquete se frien y se sirven calentitas.

Son sencillas de elaborar, baratísimas, crujientes y bastante sanitas. Al fin y al cabo es un puré de patata con atún, el rebozado y frito le aporta calorías pero también le da el crujiente que las hace riquísimas.

Nos sirven para una comidita acompañadas de una buena ensalada, de aperitivo con una cervecita bien fría o como un plato más en una buena merienda!!!!

Si quieres potenciar su sabor puedes picarles unas anchoas en aceite mezcladas con el atún. Así lo sugiere la revista  Hola donde las he encontrado. 

Ingredientes

• 300 gr de patatas pesadas con la piel
• 1 lata de atún en aceite
• 1 diente de ajo
• 2 huevos pequeños
• unos 30 gr de harina
• pan rallado
• aceite de oliva para freir
• sal
• pimienta
• limón

Elaboración

  1. Ponemos a cocer las patatas con la piel en una olla con agua y sal hasta que estén blanditas, unos 30 minutos.

  2. Las pelamos y las pasamos por el pasapurés.

 

  3. Pelamos, picamos y añadimos el ajo.

 

  4. Escurrimos el atún, lo desmenuzamos y lo incorporamos. Salpimentamos, cuidado con la sal, solo le hará falta un pelín para el huevo puesto que la patata ya la ha cogido.

 

  5. Añadimos un huevo y mezclamos todo bien. Dejamos que enfríe en la nevera.

 

-Ya tenemos todo listo para el rebozado: Harina, huevo batido y pan rallado.

  6. Con las manos enharinadas cogemos pequeñas porciones y formamos las bolitas del tamaño de una nuez, yo he tenido la curiosidad de pesarlas y la paciencia de que todas pesaran 20 gr (esto no hace falta).

 

  7. Una vez pasadas por harina las metemos en el huevo batido y a continuación por el pan rallado. Todo esto con cuidado de que no pierdan la formita.

 

  8. Una vez rebozadas las podemos guardar, hasta el momento de freir, en la nevera.

9. En el momento de ir a comerlas preparamos el aceite, lo calentamos en una sartén y freimos las bolitas por tandas hasta que estén doraditas. Las escurrimos sobre papel absorbente.

 

  10. En el último momento, ya en la mesa, las rociamos con zumo de limón.